En los años 70 del siglo XX, las comunidades de Amazonía fueron interpretadas como sociedades arcaicas y sobreexplotadas. La lucha contra su explotación pasaba por su integración (a veces forzada) a la lucha de clases. Esta tesis fue todavía defendida por los antropólogos organizadores del segundo Simposio de Barbados, pero le fue opuesta la idea que las comunidades “indias” obedecían a otros principios diferentes que los del sistema del intercambio, y de la lucha de clases. Este tema fue desarrollado en Perú en el transcurso de numerosos encuentros informales entre casi la totalidad de los que intervinieron en ellos : antropólogos, sociólogos, médicos, etc., interactuando en aquella época con las comunidades de la Amazonía peruana, y que redactaron la Declaración del Grupo de reflexión de Lima, en 1975.