El Principio de reciprocidad es actualizado por distintas estructuras sociales, cada una produciendo un sentimiento de humanidad específico.
En sí contradictorio, el sentimiento producido por cada una de las estructuras de reciprocidad debe expresarse de manera no contradictoria. Es la finalidad de la función simbólica.
Como hay dos polos contrarios posibles, para una misma situación contradictoria, cada uno en sí mismo no-contradictorio (los contrarios), una de estas actualizaciones será llamada Palabra de oposición, mientras que la otra será llamada Palabra de unión.
Estas dos modalidades de la función simbólica son el origen de la Palabra política y la Palabra religiosa.
Dominique TEMPLE
2003
Publicado en Teoría de la reciprocidad, Tomo II “La economía de reciprocidad”, La Paz, Padep-gtz, 2003.
Traducción : Juan Cristobal MacLean. Corrección de la traducción : Javier Medina y Jacqueline Michaux.