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2. La Lógica dinámica de lo contradictorio y la teoría del conocimiento de Stéphane LUPASCO

La Lógica de identidad, nuestra lógica usual, es invalidada hoy por la experiencia a partir de un cierto umbral de precisión. Debemos escuchar la naturaleza para saber que esta lógica es sólo una expresión parcial de una lógica más general. Desde que esta lógica más general nos es impuesta del exterior, sin poder ser devuelta espontáneamente a nuestro uso, debemos considerarla como lógica de la naturaleza (lógica real y no solamente formal).

Esta lógica debe tener en cuenta lo que era excluido de la lógica que respetaba el principio de no-contradicción : ella debe tener en cuenta lo que es en sí contradictorio.

La Lógica dinámica de lo contradictorio, formalizada por Stéphane LUPASCO, permite construir una teoría del conocimiento que garantiza una imagen exacta del mundo físico y biológico y que también da cuenta del desarrollo de la energía psíquica.

Según la definición de la Física, la reciprocidad pone en presencia dinamismos que se ejercitan uno sobre otro. La Lógica de identidad permite definir estos dinamismos de modo no-contradictorio como fuerzas que pueden equilibrarse o transformarse las unas en otras pero no dar origen a una resultante contradictoria. Son los principios de la Lógica de identidad (principio de identidad, principio de contradicción y principio del tercero excluido) que imponen esta exclusión de lo contradictorio.

La Lógica dinámica de lo contradictorio supone, al contrario, que la relativización mutua de fuerzas antagonistas engendra una resultante contradictoria que se revela en otro campo diferente del de la naturaleza aprehendido por la Lógica clásica. Según el Principio de lo contradictorio, lo contradictorio se traduciría en la afectividad.

Desde entonces, la Lógica de lo contradictorio permite interpretar la reciprocidad antropológica como la matriz de una conciencia afectiva, el principio de la Ética.