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janvier 2008

La perestroïka : un salto cualitativo en economía

Dominique TEMPLE

Una cosa es segura : toda economía basada en la competencia, todo poder basado en la acumulación sin límites, conducen hoy en día a la Humanidad al abismo.

En la Unión Soviética, una parte de los responsables tomaron conciencia de estos datos históricos y propusieron parar la competencia entre las naciones.

¡Desde el momento en que los comunistas proponen reestructurar las relaciones de las naciones sobre otros principios, algunos se imaginan que esos principios deben de ser los suyos y que tienen el campo libre ! No comprenden que la competencia militar está condenada, que la competencia ideológica está condenada, que la competencia económica está condenada. No comprenden o fingen no comprender que la competencia, el librecambio y el capitalismo deben ceder el puesto a la solidaridad, a la reciprocidad, a un nuevo orden económico mundial, en el cual serán, sin embargo, llamados a participar en el diálogo.

Está claro que las condiciones de la lucha por la liberación humana han cambiado radicalmente. El análisis “gorbachoviano” recalca :

1. La lucha entre las naciones capitalistas y revolucionarias no puede ser sancionada por la victoria de uno o del otro campo, sin acarrear la muerte de la Humanidad.

2. La eficacia de la tecnología moderna permite alcanzar inmediatamente los límites de la explotación del planeta. Mas la tierra no puede ser explotada absolutamente sin ser herida en sus mecanismos vitales. La muerte ecológica amenaza al mundo.

He aquí las condiciones objetivas debidamente reconocidas hoy en día por el análisis político de los marxistas y que modifican su estrategia revolucionaria.

Hay otra que cambia sus perspectivas desde el interior. Es el fracaso de la colectivización. Hay, pues, que revisar la idea de que la neutralización del librecambio, por la colectivización, sea una solución económica. Basándose en recursos más profundos que la polémica del “intercambio desigual”, la crítica debe poner en duda el intercambio por su materialismo.

El interés individual, incluso cuando está colectivizado, no da cabida a los derechos humanos : el intercambio, incluso cuando está planificado, no generaliza más que intereses materiales.

Pero las relaciones que apoyan los valores espirituales o éticos, a los cuales aspira la Humanidad, dependen de un principio que se opone radicalmente al del interés privado : la solidaridad, y de una estructura diferente a la del intercambio : la reciprocidad. Los valores humanos fundamentales son engendrados por la reciprocidad. Hemos olvidado que, gracias a la intervención de la reciprocidad, el hombre se ha liberado de la ley universal del intercambio para dominar a la naturaleza. Nuestra civilización, a pesar de estar establecida desde el origen sobre el principio de la reciprocidad, ha escogido reactualizar para nuestro beneficio la ley natural del intercambio. Hemos domesticado la barbarie, la hemos adiestrado contra el prójimo y nos hemos apropiado de la riqueza de toda la tierra. No solamente hemos sacrificado la ética a nuestro éxito material... hemos puesto en duda hoy hasta la supervivencia del género humano.

De una parte, Marx, al cual se vilipendia por moda, no se había equivocado : el desarrollo de las fuerzas productivas ha alcanzado un nivel caracterizado por contradicciones decisivas y que nos obligan a inventar nuestra sociedad.

El análisis de M. Gorbachov, quien concluye en la necesidad de poner en el orden día de las Naciones Unidas “la cuestión de la elaboración de un mecanismo fundamentalmente nuevo del funcionamiento de la economía mundial, de una nueva estructura de la división internacional del trabajo”, nos obliga a un salto “cualitativo” que consiste en dotar a la economía mundial de un nuevo motor, cuyos efectos puedan acumularse indefinidamente sin poner en peligro el equilibrio de la vida. Aquí solidaridad y reciprocidad no son solamente reconocidos por ser generadores de valores éticos de la Humanidad sino porque son necesarios para los límites objetivos del desarrollo capitalista y socialista occidental.

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Publicado en Revista Iberoamericana de Autogestión y Acción Comunal, (RIDAA), INAUCO Instituto Intercultural para la Autogestion y la Acción Comunal - Universidad politécnica de Valencia, N° 19-20, año VIII, primavera 1990, pp. 29-30.

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