La reciprocidad es definida por Kant bajo la categoría de la “comunidad” como otra relación entre las cosas que la de la causalidad, “pero cuando al mismo tiempo y recíprocamente (zugleich und wechselseitig) se coordinan como causa la una de la otra con relación a su determinación”. Hoy se habla de interacción para esta clase de relación de orden física o biológica.
El principio de reciprocidad define la interacción específica de la energía psíquica entre seres humanos.
En la reciprocidad, antropológicamente, no están sólo en juego las energías físicas y biológicas que obedecen a la lógica de no-contradicción (o que se interpretan a partir de esta lógica) como la atracción y la repulsión, la diferenciación y la homogeneización ; lo que está en juego, fundamentalmente, son las resultantes de la relativización mutua de estas fuerzas. Las resultantes de esta relativización constituyen la energía psíquica propiamente dicha. Esta energía psíquica, siendo en sí contradictoria, puede interpretarse, sin traicionar su naturaleza, gracias a la Lógica de lo contradictorio.