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 El contrato con dos precios

Dominique Temple

 

Sommaire

El precio de retorno

 

El contrato de dos precios

 

La reacción de la especulación

 

La reacción de los shipibo

 
 
Este articulo ha parecido en francès en :
La Revue de la Céramique et du Verre
n° 64 , mai juin 1992,
En español : en el suplemento de la misma bajo el titulo de
El Arte Ceramico Shipibo.
 
 
 
 
texto
En los años 80, el economista y financiero belga Bernard Lietaer trataba de resolver en diferentes países del Tercer-mundo, el problema del intercambio desigual (L' Amérique Latine et l' Europe demain : le rôle des multinationales europénnes dans les années 1980, PUF, 1979).
Proponía ajustar el precio de compra de las producciones «indígenas» con su precio de venta en los paises occidentales...una suerte de derecho de continuación sobre el curso del valor, o todavia de precio retorno sobre el valor monetario establecido en Europa ; de ahí el nombre de «contrato con dos precios». Una institución internacional, la Bolsa Mondial del Desarrollo debía asegurar las transacciones. El precio retorno debía suprimir las especulaciones facilitadas por el hecho de que los productores «indígenas» no disponen de los medios para presentarse ellos-mismos en los mercados.
Este tipo de contrato era muy apropiado para las comunidades indias que tienen pocos medios de defensa frente a los intermediarios.
El contrato shipibo propiamente dicho, es un contrato con dos precios para las cerámicas creadas por artistas de comunidades shipibo, que respeta también las condiciones de producción específicas de las comunidades indias. El precio retorno está dirigido a la comunidad misma por medio de la organización shipibo responsable. El consejo étnico asegura él mismo la mediación entre el sistema occidental y la comunidad shipibo. Las relaciones de reciprocidad entre las diversas familias shipibo así están preservadas o por lo menos toda evolución está controlada por los mismos shipibo.
Los precios están establecidos de común acuerdo con los artistas europeos, expertos en cerámicas de arte, y expositores. Los expositores pueden modular, según su deseo, esta estimación básica ; sin embargo aceptan limitar en 30% su margen comercial. Entonces 70% pueden ser restituidos a las comunidades indias. Estas toman a su cargo los gastos de compra a sus propios artistas, de flete y seguro.
 

Los shipibo ven en los expositores que aceptan este tipo de contrato no sólo a interlocutores comerciales, sino a «amigos». Una primera tentativa de este contrato se llevó a cabo en 1979, bajo mi iniciativa con la galería Mont des Arts (Bruselas) y con la galería Quadri (Lausanne). El éxito de este contrato ha provocado diversas intervenciones occidentales que han dividido a los shipibo.
Unas organizaciones no gubernamentales crearon una cooperativa de acopio y almacenamiento de las cerámicas que fueron puestas a la disposición de los turístas, especulatores y comerciantes, lo que provocó una caída de los precios y luego une baja en la calidad de la producción. Diversas iniciativas tales como la construcción de un horno, la comercialización de las arcillas...tienden en transformar el arte shipibo en artesania pre-industrial. Los shipibo reaccionan con fuerza en contra de este etnocidio.
En 1990, la unidad shipibo se formó de nuevo alrededor de un acuerdo entre las tres organizaciones ORDESH, FECONBU, y FECONAU para tentar de reconquistar el control de la comercialización de las cerámicas de arte. Enfrentan a instituciones que tratan de substituir a las relaciones de reciprocidad comunitaria por relaciones de competencia, substitución que he llamado el «economicidio»
El precio retorno siempre ha suscitado una intensa alegría entre los shipibo, no sólo porque la plata libera posibilidades inesperadas para las comunidades, sino porque para los shipibo, el prestigio, la emoción de ser reconocido desempeña un papel motor muy importante. Aún lo lleva sobre la satisfacción material, incluso cuando este tiene un carácter de necesidad. Las comunidades homenajean a sus artistas que entonces siguen creando nuevas obras asombrosas.
Todo lo contrario ocurre cuando se presentan los agentes del comercio ordinario : las comunidades indias parecen deprimidas por sentimientos de frustración y humiliación. Las artistas ya no están motivadas por razones espirituales y fabrican sólo objetos sin alma. Así que hoy día la decisión de los shipibo parece muy determinada : volver a encontrar el contacto directo con partenarios leales en Europa que respetan el contrato con dos precios.
   
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La Revue de la céramique et du verre Mai-Juin 1962