index 
     
   

 

Territorialidades andinas de reciprocidad

La comunidad

 

Jacqueline Michaux
Martha Gonzáles
Edmundo Blanco
   
   

Publié dans  
   
  sommaire    
   

 Este artículo intentará mostrar que la comunidad y el ayllu aymara es un territorio de reciprocidad en la medida en que representa un espacio articulador de distintas estructuras de reciprocidad y, por ende, un espacio de permanente creación de la humanidad aymara.

En particular, analizaremos las distintas relaciones de reciprocidad ligadas al sistema de cargos político-religioso de las comunidades de Jichhuwiri (ayllu Qimi de la marka Umanata, en la actual provincia Camacho) y de Jilata (marka Wiyacha en la actual provincia Ingavi) ambas ubicadas en el altiplano del departamento de La Paz (Bolivia).

   
   

 

La reciprocidad de parentesco como fundamento del sistema de cargo

   
 

Introducción

En Bolivia, según datos oficiales, los pueblos originarios representan la mitad de la población total, llegando a 4.135.026 habitantes repartidos en 37 grupos étnicos, de los cuales los Aymara constituyen uno de los grupos de mayor importancia demográfica con más de un millón y medio de habitantes repartidas en las tierras altas ­ y algunos valles- de los departamentos de La Paz, Oruro y Potosí. Según esta misma fuente, la población originaria e indígena vive en comunidades (50%), en zonas de colonización (3%) y en ciudades grandes o intermedias (47%). Esta clasificación se basa en un concepto reducido de "comunidad" entendido aquí como espacio físico y lugar de residencia, cuando muchos Aymara, a pesar de residir la mayor parte del año fuera de su comunidad de origen, no dejan por ello de mantener lazos con sus familiares y hasta con la comunidad entera en ocasiones festivas, deportivas o agrícolas. En este sentido, la comunidad aparecería como una categoría social dinámica ("aquellos y aquellas con los cuales tengo ciertas relaciones de reciprocidad") más que como un espacio físico-administrativo o asentamiento residencial.

Las comunidades de referencia

La comunidad de Jichuiri, hoy "ayllu Jichhuwiri" (desde enero 2000) es parte del ayllu Qimi que conforma con los Ayllu Taypi, Qullana y Kupi, la marka de Umanata (prov.Camacho). Actualmente, la mayoría de las comunidades de esta marka siguen participando a la organización sindical, pero el interés creciente en la región por entender las bases de la territorialidad aymara refleja el proceso mencionado anteriormente.

El ayllu Jichhuwiri esta ubicado a más de 4800msnm, cerca de la frontera con el Perú. La producción agrícola consiste esencialmente en papas, transformada luego en ch'uñu mediante un proceso de deshidratación basado en la alternancia de la helada nocturna y del calor diurno, de cereales (quinua, cañahua, cebada) y de leguminosas (haba, arveja) destinadas al forraje. Los pastizales naturales que jalonan el ayllu ( Jichhuwiri significa "lugar pajonal ") han permitido la crianza de ganado bovino (un promedio de tres a cuatro por familia). Cada familia posee además dos o tres docenas de ganado ovino y tres o cuatro camélidos (llamas).

El ayllu, compuesto de un total de 129 familias de aproximadamente ocho miembros(jaqi) esta dividido en cuatro zonas (Willkani, Qamat'a, Tikani y Muxsa Uma) aunque hace unos quince años, existían únicamente dos mitades que agrupaban de un lado las actuales zonas de Tikani y Muxsa Uma y del otro, Willkani y Qamat'a. Las tierras del ayllu se reparten en tierras familiares (manq'aña, " comer ") de aproximadamente media hectárea (aprox. 10 manq'aña diseminadas en varias zonas), y tierras de pastoreo (awatiña) comunitarias o zonales. El sistema de autoridad se compone de nueve cargos (Mallku, Apu Mallku, Sullka Mallku, Amauta, Yapumarani, Anat Kamani, dos Chaski Kamani, Kipu Kamani) asumidos anualmente de manera rotativa por familias de las distintas zonas.

La comunidad de Alay Jilata ("Hermano de arriba") (hoy Hilata), ubicada cerca de la ciudad de Viacha (antigua Marka Wiyacha) aproximadamente a 3800 msnm. se compone de 260 familias quienes poseen tierras familiares (sayaña) de 5 a 20 hectáreas de superficie por familia. La producción de papa, cebada, haba, trigo pelado, arveja, oca, papa lisa, quinua, constituye la principal actividad agrícola de la comunidad. El cultivo de forraje (alfaalfa) esta destinado a la alimentación del ganado bovino (aprox. 3 vacas lecheras mejoradas por familia) y de 20 a 50 ovejas por familia. Como en Jichhuwiri, los productores de Jilata destinan su producción al autoconsumo, a la reserva de semillas para el año siguiente, a la redistribución festiva familiar o comunitaria y a la obtención de productos no existentes en la comunidad (fruta, ají, coca, arroz, azúcar, etc.) mediante la reciprocidad o el intercambio en la ferias, en particular en la feria interzonal de Natividad (8 de septiembre). Sin embargo, los habitantes de Jilata venden también una parte de su producción en Viacha o en La Paz , y algunos miembros de la familia suelen trabajar cotidianamente en la ciudad cercana de Viacha (2 km.) o de El Alto (32 km.) en el sector de la construcción o como empleados. El ayllu de Jilata esta divido en seis zonas que, como en Jichhuwiri, se reparten por alternancia los seis cargos de autoridad (Mallku, Justicia, Relación, Acta, Vocal, Deporte).

El cargo de Mallku (o de Secretario General) constituye el máximo cargo de autoridad que asume una persona (jaqi o " pareja ") en la comunidad. El sistema de autoridad del ayllu es sumamente democrático e igualitario, pues todas los miembros de la comunidad asumen cada uno de los cargos a lo largo de su vida, sea cual sea su condición física o intelectual.

Por otro lado, un hijo no puede cumplir un cargo que su padre no haya asumido, según una estructura ternaria que ubica a una persona entre su padre que ya cumplió y su hijo que todavía no asumió el cargo. En consecuencia, el sistema de cargos se fundamenta en una estructura generacional de reciprocidad, una estructura ternaria diacrónica, que relaciona las generaciones dentro de una línea masculina.

Cuando un hombre adulto termina el ciclo de cargos existente en la comunidad, transmite implícitamente a sus descendientes la responsabilidad de ser a su vez mallku. Si un hombre falleció antes de haber concluido todos los cargos, su hijo mayor deberá asumir los cargos que le faltaban cumplir (más que todo el cargo de Mallku) antes de poder "pasar" sus propios cargos. Eso muestra que la estructura ternaria existe más allá de los miembros que la integran y que ni la muerte biológica logra interrumpir la cadena de reciprocidad que genera la vida espiritual de la familia y por ende de la comunidad. En este sentido, asumir un cargo es ser responsable de la perpetuación de la reciprocidad para las generaciones futuras.

Por otro lado, los cargos de autoridad participan a la elaboración de la pareja como ser social dentro de la comunidad. Sólo los miembros casados son habilitados para asumir cargos en su comunidad. La alianza matrimonial que relaciona dos individuos y dos familias se inscribe en una estructura de reciprocidad de tipo bilateral que sera reafirmada a lo largo de la vida mediante relaciones de ayuda mutua en los trajabos agrícolas o en la preparación de acontecimientos festivos. Los ritos que intervienen durante las ceremonias de matrimonio (sart'a, irpaqa), cuyo análisis rebasan el propósito de este artículo, expresan un cara a cara entre ambas familias mediante múltiples signifantes de oposición. Los elementos rituales de tales ceremonias son pares (dos tari , dos vasitos, etc.). Asimismo, existe un término aymara que designa a la pareja mediante una palabra de oposición: chachawarmi (literalmente "hombre-mujer"). Sin embargo, sugerimos que la reciprocidad bilateral entre conyuges y familias aliadas se expresa mediante un significante diferente cuando la pareja desempeña su cargo de autoridad. En tal cirunstancia, la pareja constituye una sola unidad, una totalidad que refleja el término aymara jaqi ("pareja como persona única"). Ser jaqi no es un estatus adquirido mediante el matrimonio sino un proceso en construcción permanente a lo largo de la vida gracias a los múltiples cargos asumidos por la pareja durante su vida hasta ser tukuyat jaqi ("persona/pareja terminada o completada").

Reciprocidades interfamiliares y sistema de cargos

Los cargos de autoridad son ordenados por orden jerárquico de importancia y de prestigio de tal manera que el cargo de Mallku y T'alla, el último cargo, pone en escena todas las relaciones de reciprocidad establecidas por una pareja a lo largo de su vida, en particular mediante alianzas matrimoniales, compadrazgo, padrinazgo y ayni (ayuda mutua). Las relaciones de padrinazgo y compadrazgo son numerosas en las comunidades aymara. Intervienen durante acontecimientos familiares (matrimonio, nacimiento de un hijo, primer corte de cabello o rutuchi, bautismo, fines de los estudios, etc.) que permiten ampliar la esfera de reciprocidad de filiación mediante el nombramiento de una pareja de padrinos. La relación entre un ahijado y su padrino es sin duda la relación familiar la más importante dentro de la comunidad pues ambos se deben un apoyo mutuo en todo lo que cada uno necesite:
Jichurut kaysaruxa wawaxlantitaw, jumaw taqikunans wayjt'itäta
("De hoy en adelante, eres como mi hijo, en toda ocasión tu me vas a prestar ayuda")

Asimismo, los padrinos apoyaran a sus ahijados en toda ocasión.

Por otro lado, durante toda su vida, cada pareja requiere de la ayuda de otras familias para la realización de tareas agrícolas o la organización de eventos festivos, mediante una forma institucionalizada de reciprocidad bilateral llamada ayni. En este caso, las familias que apoyan a los necesitados recibirán una ayuda cuando la ocasión se presentará. En realidad, el término ayni se utiliza en su forma compuesta aynjasiña ("reproducirse el ayni") o aynikipasiña ("volverse el ayni"), lo que subraya la importancia de la circulación y de la dimensión recíproca del ayni que siempre volverá al donador. Pero los ayni son más que un mecanismo de obtención de valores materiales. Mediante el dar y recibir dos familias crean un lazo afectivo que perdura a la satisfacción de las necesidades materiales. El hecho de ayudar a una familia en satisfacer sus necesidades básicas ayudándola a cosechar, sembrar o dándole regalos de comida o de bebida para una fiesta, genera una afectividad compartida que se expresa mediante el término chuyma. La chuyma es el significante de la conciencia afectiva del ser humano que crece a lo largo de la vida hasta ser "completa" en la vejez. Un anciano será considerado "chuymani" ("el que posee chuyma") y el garante de la conciencia de toda la comunidad porque habrá cumplido todos los cargos políticos o festivos existentes en la comunidad.

 

Así cuando una pareja asume un cargo en la comunidad, todos sus contrapartes de ayni (llamados también "los ayni") deben participar y apoyarla, caso contrario, la pareja sentirá su chuyma "vacía" (ch'usa chuyma) como si no hubiera sido alimentada por el don. Una señora, al constatar la ausencia de un "ayni" en su fiesta, expresó lo siguiente:

Aliqakisay jutaspaxa, nax kunraki mayiristxa, jupatächixay apaniñapasa jan apaniñapasa, chuymaxäxa ch'usapuniw , jan jak'ituti ukata kuncha kamachpachätxa?
Aunque así nomás [sin traer nada] debería haber venido, yo ¿qué puedo pedir?, de ella depende traer o no traer, mi chuyma está vacía, no me ha visitado, ¿o le he hecho algo?

Esta cita muestra que el dar y recibir mediante ayni genera un sentimiento que trasciende el valor material del don. La visita esperada de los "ayni" hubiera mostrado a todos que la relación afectiva, el lazo espiritual, trasciende la relación material que une las dos familias. Sin embargo, todo ayni tiene que reproducir el don recibido, caso contrario perderá todo prestigio dentro de la comunidad. Una persona que no reproduce el ayni es llamada ch'usa ajanu, es decir "cara vacía", por que su cara es como vacía de humanidad, es decir sin vida, como muerta. La reciprocidad aparece aquí como generadora de vida, de vida biológica porque permite producir los alimentos necesarios a la vida fisiológica, pero también de vida espiritual, porque al no reproducir un don, una persona muere para toda la comunidad.

Todas estas relaciones de reciprocidad de filiación, de alianza, de compadrazgo, de padrinazgo y de ayni constituyen una verdadera red que será desenvuelta o activada cuando la pareja asumirá el cargo de máxima autoridad en la comunidad. Veamos de qué manera.

Jariyiri ("el que hace apurar")

Para asumir el cargo de Mallku, una pareja tiene que prepararse por lo menos con seis meses de anterioridad pues durante el año que durará su cargo, le será prohibido realizar una serie de actividades cotidianas (hilar, tejer, etc.) debiendo dedicarse esencialmente a su comunidad. Los términos usados para designar a los mallkus son kumun awatiri ("pastor de la comunidad") o kumun irpiri ("guía de la comunidad"). Como tal, la pareja de mallku deberá abocarse al cuidado de la comunidad dejando de lado gran parte de sus propias tareas.

En Jilata, a la mitad del año, sea en la fiesta de Corpus Cristi (mediados de junio), de la Cruz (3 de Mayo) o en el Solsticio de Invierno (24 de Junio), el Mallku y la T'alla del próximo año reciben la visita especial del jariyiri. " Chuymam jarjiriw jutta " (" He venido a desatar tu chuyma ") dice el visitante a las futuras autoridades. Esta persona viene por iniciativa propia a apoyar moralmente a las futuras autoridades, dándoles ánimo para empezar los preparativos: "niyaw maramax purinxi, wakiyasisipktäti" ("ya va llegar tu año, ¿se están preparando?". Esta persona designada como el jariyiri ("el que hace apurar") "desata la chuyma" de las futuras autoridades proponiendo su apoyo y su experiencia para el buen cumplimiento del cargo. Durante el año que dura el cargo, el jariyiri guiará el mallku: le enseñará a entrar siempre en una asamblea por el lado derecho, a expresarse como mallku, a tomar o hacer libaciones (ch'alla) a la justa medida, a escuchar las palabras de todos los miembros de la comunidad, etc. Entonces, el jariyiri será llamado irpt'iri ("el que guía momentáneamente") al mallku.

La conciencia afectiva (chuyma) de las futuras autoridades esta representada como un nudo (qulu ) que debe ser desatado (jarjaña) para que inicien los preparativos necesarios al cumplimiento del cargo. El jariyiri es una persona que esta unida por lazos anteriores al futuro mallku, sea de filiación (un tío, por ejemplo), sea une relación espiritual (compadre) o un pariente por alianza (cuñado o suegro). En general, el jariyiri reproduce un don que recibió de algún pariente del futuro mallku, y a su vez éste deberá reproducir este don siendo jariyiri de un hijo o de un sobrino del jariyiri. En este sentido, vemos que la intervención del jariyiri permite "desatar" la chuyma del mallku porque lo inserta en una estructura de reciprocidad ternaria que libera en él un sentimiento de responsabilidad nuevo: ser jariyiri de futuros mallkus, es decir el garante de la circulación del cargo para las generaciones por venir. Prueba de ello, las palabras emotivas que expresa el mallku a su jariyiri al finalizar su año de cargo: "Jumapi jan awkinin awkipatax, jan taykanin taykapatax, jan jumäkasma kunasäpansa" ("Tu eres el padre de aquel que no tiene padre, la madre de aquella que no tiene madre, sin ti que hubiese sido [de mi]". Las lágrimas que vierte (chuyma ch'allxtasiña, "emocionarse al punto de llorar") el mallku al dirigirse a su jariyiri son la expresión del sentimiento de ser, a partir de la fecha, responsable de la génesis de la vida espiritual de la comunidad en calidad de futuro jariyiri. El valor que aparece aquí (la responsabilidad) es similar a lo que los padres, y en particular la madre, generan al dar a sus hijos e hijas lo que recibieron de sus propios padres. A partir de este momento, el mallku ha recibido la responsabilidad de transmitir a otros la posibilidad de ser jariyiri. El mallku inicia sus preparativos como donatario dentro de una estructura ternaria.

Arunta ("el saludo")

A mediados del año también, el futuro mallku visita al mallku del año con alcohol, coca, a veces una caja de cerveza. Este dones son entregados con las siguientes palabras:

- Tata Mallku, nayakiw tapamaru purt'asinktha, nayaxa aka kargu waxt'asiriw jutawaytha akaksay challt'asiwayañäni...
- Walikixay, taqikunasa thakhiparjamakiya, niya arst'atächinxaya

- Tata Mallku, yo nomás he llegado a tu casa (lit. "nido"), he venido a hacerme regalar este cargo... (presentando un plato de comida y dos botellas de cerveza) eso por lo menos nos serviremos...
- Esta bien, que todo siga su propio camino, ya estaba hablado (en la comunidad)

El mallku recibe los regalos accediendo a la demanda del donador ("yo te voy a dar el cargo..."). Así el cargo es un don que circula entre todas las familias, pero más aún entre las zonas de la comunidad. Al subrayar que "todo estaba hablado", el mallku indica que la circulación del cargo no depende de él, que tiene su propio "camino". En Jichhuwiri, cada zona del ayllu se constituye a la vez en donador y donatario de un cargo mediante un orden preestablecido. Los cargos circulan entre las cuatro zonas de la manera siguiente:

 

Muxsa uma

Tikani -----------Willkani

Qamat'a

 

Si un año una zona no tiene donatario, por falta de parejas pudiendo asumir el cargo (de autoridad máxima por ejemplo), éste se quedará en la misma zona pues el orden de circulación debe ser escrupulosamente respetado. En el año 2000, el cargo de mallku tenía que ser transmitido de Tikani a Qamat'a. Sin embargo, ninguna familia de Qamat'a cumplía los requisitos para asumir tal cargo pues sus miembros no habían cumplido todos los cargos inferiores. La idea que Willkani podría recibir el cargo fue rechazada por todos, pues eso significaría sea la exclusión de Qamat'a de la estructura de reciprocidad interzonal, sea que Qamat'a se volvería el donatario de Willkani en 2001, lo que modificaría el movimiento de la circulación del cargo. Los cargos son dones que circulan entre las zonas según una estructura ternaria particular pues si bien por un lado es diacrónica en la medida en qué A da a B lo que recibió de C, por otro lado el don volverá a A mediante C después de haber transitado en D. El número de zonas siendo reducido (4), el círculo se cierra cada cuatro años de tal manera que todas la zonas tienen el sentimiento de poder participar de manera equitativa a la elaboración de la comunidad como ser social. La estructura de reciprocidad que subyace a las relaciones interzonales tiene así una forma de espiral abierta, los cargos dados y recibidos por cada zona aumentando de año en año:

Estructura ternaria en espiral

A partir de la arunta, la futura autoridad acompañará al mallku en todos los acontecimientos comunitarios aprendiendo así los gestos, las palabras, las actitudes justas que exige el cargo.

Munasirinaka ("los seres quienes aprecian [a una persona]")

Los munasirinaka son todos las personas ­parientes consanguíneos, aliados, ahijados, compadres, ayninaka ­ quienes van a ayudar a la pareja en varias oportunidades durante su año de cargo. Alguna tía tejerá un tari de coca, un ahijado ira a cuidar las ovejas de sus padrinos mallku, cuñadas y hermanas ayudarán a pelar papas, moler ají, servir la comida, etc.

El término munaña designa el querer, la amistad, el amor, el aprecio. Al pasar un cargo importante en la comunidad, una pareja concentra la amistad y el cariño que han creado a lo largo de su vida, siendo padrinos de matrimonio o de bautismo, contrapartes de ayni, partícipe de relaciones consanguíneas y de afinidad. La facilidad y la buena voluntad con la cual los munasirinaka satisfacen las necesidades de los mallku, es apreciada por todos porque refleja el esfuerzo de toda una vida por establecer relaciones de reciprocidad y crear así los valores de la humanidad aymara. En este sentido, el cargo de mallku es una gran explosión de afectividad pues intervienen todas las estructuras de reciprocidad de las cuales ha sido partícipe una pareja.

 Breve aproximación histórica a los ayllu y marka aymaras

Las grandes unidades socio-políticas andinas constituían verdaderas etnias (Pakajaqi, Karanka, Lupaqa, Kanchi, Kana, Qulla, Sura, Killaka, Chicha) todas aymara-hablantes y cuya organización socio-política reflejaba dos principios distintos : un principio de unión y un principio de oposición. Los términos de ayllu, marka, taypi reflejan una concepción de la sociedad como un todo, a partir de un principio de unión. Pero estas unidades sociales se expresan también a partir de un principio de oposición, en el sentido que le atribuyó Lévi-Strauss : la sociedad era organizada en mitades (aransaya/urinsaya o "arriba/abajo", chiqa/kupi o "izquierda/derecha", manqha/pata o "adentro/encima", etc.).

La colonización española, y luego los estados republicanos, produjeron grandes transformaciones en los ayllu andinos imponiendo divisiones o agrupaciones arbitrarias ­ que no respetaban las marka y las mitades antiguas- y usurpando tierras comunitarios en beneficio de los terratenientes criollos. Ciertas regiones fueron más afectadas que otras. Los ayllus del departamento de Potosí, por la aridez de sus tierras poco propicias la instalación de haciendas, pudieron mantenerse más al margen de la influencia colonial y republicana que los ayllus del departamento de La Paz, ubicados en lugares estratégicos para el desarrollo del comercio internacional y cuyas tierras, más fértiles, atrajeron numerosos hacendados. Todos los ayllu sin embargo se vieron mutilados de parte de su población que se extendía de manera discontinua en distintos pisos ecológicos, desde la puna alta hasta los yungas y valles templados. Son pocos los ayllu que lograron mantener sus relaciones de reciprocidad interzonales de tal manera que, para acceder a productos diversificados (principalmente ch'uñu , papa, ch'arkhi , pescado, lana provenientes de las alturas y maíz, ají, coca, madera, etc. de los valles), se intensificaron las ferias interzonales en todo el territorio aymara.

A partir de la Ley de Reforma Agraria de 1953, los ayllu mínimos fueron obligados a constituirse en comunidades sindicalizadas, organizadas en subcentrales, centrales, federaciones y confederación, adoptando un sistema político ajeno, esencialmente masculino y teóricamente vertical. Sin embargo, es interesante notar que las comunidades agrarias adaptaron el sistema sindical a sus propias exigencias. Los cargos sindicales (Secretario General, Secretarios de Actas, de Conflicto, de Deporte, de Agricultura, de Hacienda, etc.) fueron concebidos como tantos cargos de prestigio a ser cumplidos según un sistema rotativo anual que recuerda el sistema de la mit'a prehispánica. En muchos casos, las autoridades sindicales no conciben su función como un puesto de poder sino como un año de servicio a su comunidad. Los ritos aymara (ritos de investidura, ofrendas, transmisión de objetos de prestigio), se integraron a los ritos seculares modernos (juramento a la Central Agraria, apertura de un Libro de Actas, etc.), los nuevos nombres escondiendo así funciones antiguas para responder a los imperativos de todos: "crecer" como jaqi (es decir " persona ", " pareja " y " familia ") a partir de mecanismos de reciprocidad y redistribución propios.

A partir de los años 1990, numerosas comunidades aymara iniciaron un proceso de " reconstitución " de sus ayllus bajo el impulso de organizaciones e instituciones aymara tales como el Centro Andino de Desarrollo Agropecuario (CADA) en el departamento de Oruro y el sur del Departamento de La Paz, el Taller de Historia Oral, en las provincias del centro y norte del departamento de La Paz, y de otras instituciones o personas quienes lograron que, hoy en día, la mayoría de las comunidades aymara hayan obtenido el reconocimiento legal de sus ayllu y marka. Este proceso se inscribe en la lucha de más de quinientos años de las comunidades aymara, e indias en general, por defender lo que llamaremos su propia humanidad. Este trabajo intenta contribuir a este proceso al proponer una reflexión sobre este " patrimonio " que las comunidades de hoy, ayllus y marka aymara, defienden con tal constancia. Pensamos que este patrimonio es la matriz de la humanidad, la reciprocidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
       
   

 LAS CEREMONIAS DE INVESTIDURA DEL CARGO

La mirq'i junta ("la junta usada, vieja")

Aproximadamente a mediados de diciembre, todos los miembros de la comunidad se reúnen en asamblea con todas las autoridades de la comunidad. En esta oportunidad, el mallku saliente ofrece dos botellas de alcohol o de cerveza al nuevo mallku (machaq mallku), y más que todo, le coloca los símbolos de la máxima autoridad del ayllu: la timanusa (chalina) y el chicote: "a partir de ahora tu serás la nueva autoridad de la comunidad, vas a pastear la kumuna, vas a cumplir todas las solicitudes de la gente". Se recomienda a la nueva autoridad cumplir su cargo con justicia y equidad.

En Jilata, es frecuente que un postulante al cargo para el subsiguiente año se presente en esta oportunidad, depositando una carga de cerveza a las autoridades. La aceptación dependerá de toda la asamblea que evalúa no solamente la posición del solicitante dentro de la jerarquía de cargos sino también su comportamiento dentro de la comunidad. El mallku tiene que ser un ejemplo para su comunidad, no solamente durante su año de cargo sino durante toda la vida. Personas que hayan tenido muchos conflictos dentro de su familia o de la comunidad o que son consideradas demasiado individualistas, no serán aceptadas. "No es gente" dirán algunos, expresando así que la humanidad no es un don de la naturaleza sino que se construye a lo largo de la vida mediante relaciones de reciprocidad dentro de la comunidad.

La ceremonia de investidura (jaqichthapisiña, "hacerse una sola persona")

Generalemente, la ceremonia de investidura se desarrolla a fines de diciembre o inicio de enero aunque en varias comunidades se realiza en junio. Las autoridades que dependen del sistema sindical van a prestar juramento a la Central Agraria de la región. En esta ocasión, el mallku recibe su bastón de mando y pone su chuspa y su tari de coca. Los mallku salientes le dan alcohol (t'inkha), coca, cerveza.

Aproximadamente una semana más tarde, en la víspera de la ceremonia de posesión, el mallku saliente u otra persona que ya cumplió el cargo va a visitar a los nuevos mallku con el propósito de alistar la vestimenta y la indumentaria que requerirán al día siguiente: poncho, chalina, chicote, tari y chuspa , para el mallku; pollera, awayu , tari para la t'alla. Este momento se considera un ensayo (yanta) pues, vestido de todo su traje de autoridad, el nuevo mallku subirá corriendo un cerro o una loma de su comunidad gritando a todo pulmón "¡Jallalla, jallalla, thuruta, thuruta!" ("¡Hurra, hurra, con fuerza, con fuerza!"). Provocado por las risas de las mujeres que consideran muy insuficiente la potencia del mallku, éste aumentará permanentemente la fuerza de su voz. Al vestir por primera vez su poncho de autoridad, el mallku Existe aquí una estrecha relación entre la vestimenta y el cargo de autoridad: durante todo el año, el mallku no podrá salir sin su poncho, su chalina y su chicote. En algunas comunidades (Jichhuwiri, por ejemplo), la autoridades suelen poner dos ponchos como expresión simbólica de la fuerza espiritual que nace durante su año de servicio a la comunidad.

Al día siguiente, en Jichhuwiri, las nueve parejas de autoridades entrantes se reúnen temprano para realizar una ofrenda (waxt'a) a las divinidades (Kuntur Mamani, Achachilas, Pachamama) de la comunidad. En esta oportunidad, todas la autoridades traen los ingredientes rituales. Este rito que esta realizado por un yatiri (sacerdote aymara) solicitado expresamente para la ocasión. El yatiri interviene aquí al centro de una estructura de reciprocidad ternaria entre las autoridades y la naturaleza de tal manera que el rito genera una fuerza espiritual que será imaginada como sobrenatural, como un espíritu, el espíritu del don que alimenta a la conciencia de las autoridades para que cumplan con justiica, equidad y responsabilidad su año de cargo. En primer lugar, son las autoridades, encabezadas por el mallku y la t'alla, que conforman "una sola persona". Esta "comida espiritual" esta representada por una comida real (caldo) distribuido por el mallku a todas sus autoridades. Luego todas la autoridades van a cocinar para la ceremonia de la tarde.

A medio día generalmente, el mallku recibe a todos los comunarios en un lugar llamado risañ uyulla ("corral para rezar") ubicado al centro de la comunidad. Ahí, el mallku saca de su chuspa todos los ingredientes rituales que ha traído, como ser llampu (grasa de llama), coca, alcohol, claveles blancos y rosados, dulce misa (ingredientes rituales dulces) y lana de color. El yatiri, llamado taniru en Jichuiri, prepara la ofrenda que será dirigida a todos los espíritus de la comunidad y de los Andes solicitando buena cosecha, bienestar entre las familias, abundancia de comida para todos. En realidad, la ofrenda ritual hace intervenir aquí tres participantes: el mallku, el yatiri y la natureleza que interviene aquí como proveedora de alimentos, de vida, de calor, de lluvia, etc. El humo que se eleva en el cielo durante la quema de la ofrenda es la imagen de esta fuerza espiritual que genera toda estructura de reciprocidad. Es la imagen de la fuerza que el mallku desea recibir para cumplir su responsabilidad comunitaria. Pero el humo se desvanece en el horizonte y el yatiri logra entonces inmortalizar esta fuerza espiritual plasmándola en el paisaje. Los ríos, los cerros, las lomas, la vegetación y toda la naturaleza se vuelve entonces, en el imaginario de cada uno, la representación perenne del espíritu del don transformándose en divinidades. Sin embargo, el ritual permite ante todo recordar a cada uno, y en particular al mallku, que sólo la reciprocidad alimentará a los hombres. Prueba de ello, la gran fiesta de redistribución alimenticia que sigue la ofrenda ritual.

En primer lugar, las autoridades -y con más cuidado el mallku- invitan a toda la comunidad coca, alcohol y comida que han preparado para la ocasión, de tal manera que todos comparten sentados en círculo una misma comida. Pero, cuando todos están por terminar su plato, los mallku y todas las autoridades reciben una serie de dones de parte de sus munasirinaka quienes, uno tras otro, viene a entregar sus trofeos alimenticios (ch'uñu, fruta, pan, etc.), refrescos o alcohol a su pariente.

Aquí, todas las estructuras de reciprocidad institucionalizadas a lo largo de la vida mediante padrinazgos, compadrazgos, ayni, matrimonios, etc. van a participar a la elaboración de una estructura nueva que llamaremos centralizada. Todos estos dones se amontonan de manera solemne en una "mesa" (tari) tendida delante de cada autoridad. La entrega de estos productos constituye la apxata, literalmente "puesto encima, superpuesto". La cantidad y la variedad de las apxata otorga prestigio a las autoridades que los reciben. Todos harán el elogio de las mesas de ciertas autoridades, subrayando la cantidad de sus ahijados o seres queridos. Al contrario, los que tienen "mesas" vacías (q'ara misa), porque no tienen muchos ahijados o ayni, son objeto de críticas pues no han sabido valorar la importancia de las relaciones de reciprocidad a lo largo de su vida. Literalmente q'ara significa "pelado, sin vegetación, vegetación pobre", subrayándose así que la abundancia de alimentos proviene de la abundancia de relaciones de reciprocidad. Es pobre en la comunidad aquel que no tiene parientes, ayni, ahijados y compadres.

Luego, el mallku invita a toda la comunidad a compartir los dones recibidos : " Eso es la bendición, vengan, sírvanse!". Todos comen la alimentación redistribuida por el mallku. Si sobra, todos se alegran, pues es concebido como un buen presagio: tienen la esperanza, la fe en su mallku. Vemos aquí las estructuras de reciprocidad bilaterales se articulan entre sí, y permiten la creación de una estructura centralizada de reciprocidad que esta representada por la redistribución alimenticia propiciada por el mallku. Así, el sistema de cargo permite institucionalizar una estructura de reciprocidad centralizada que se articula con todas las estructuras familiares e interfamiliares existentes en la comunidad.

 

Estructura concéntrica centralizada
O estructura
Jaqichthapi

En Jichhuwiri, esta estructura centralizada esta representada por significantes de la unión: la comunidad forma un círculo en torno al cual todos se sienten y comparten la apxata, la ceremonia misma se llama jaqichthapi, "conformar una sola persona". En otras ocasiones, el sentimiento comunitario será expresado por significantes de oposición, como en los campeonatos anuales de fútbol que se realizan generalmente en la fecha aniversaria de la comunidad. En Jichhuwiri, cada zona de la comunidad posee un equipo de futbal que compite con las demás (y otras comunidades) mediante una forma de reciprocidad negativa festiva. En este sentido, el enfrentamiento deportivo es la ocasión de celebrar la comunidad que se expresa mediante un principio de oposición. Pero cabe notar que el evento esta a cargo de un cargo inferior, el anat mallku ("mallku de juego") como si el mallku fuese el garante permanente de la palabra de unión delegando así a las demás autoridades el privilegio de la palabra de oposición .

La estructura centralizada parece generar un sentimiento comunitario tan grande que la redistribución esta concebido como una "bendición divina": "Eso es la bendición!" anunciará el mallku a todos. La dimensión religiosa del jaqicht'api esta subrayado por el nombre mismo del lugar de reunión, risañ uyulla ("corral o canchón para rezar"), y por las distintas ofrendas rituales realizadas a lo largo del día. La fe en la protección de las divinidades es la expresión religiosa de la fe, de la fuerza espiritual, generada por todos los participantes.

En Jilata, un ritual sigue la ceremonia de posesión, mostrando así que las estructuras de reciprocidad se expresan de distintas maneras según el imaginario de cada comunidad. Una vez posesionado, el mallku convoca a todos los miembros de la comunidad a tres ofrendas rituales (waxt'a) realizadas por un yatiri en un cerro de la comunidad, según el procedimiento presentado anteriormente. Estas ofrendas que se inician con un ayuno general termina con una gran distribución de alimentos propiciada por el mallku. A la diferencia del apthapi que da la apariencia de una mezcla de alimentos (palabra de unión), aquí la comida (ch'uñu, papa, ají, etc.) esta depositada de manera ordenada, en fila, encima de una prenda de bayeta blanca tejida por la t'alla que sobrepasa los ocho metros de largo (por setenta u ochenta centímetros de ancho). Esta comida comunitaria se llama waratata ("echado") o siqita manqaña ("comer en fila") subrayando así la particularidad de la ubicación de los alimentos y de las personas durante el almuerzo: hombres mujeres comida mujeres hombres.

Mientras los hombres comen parados de manera poco organizada en torno a sus esposas, las mujeres están sentadas en fila a lo largo de la mesa de bayeta, de tal manera que la estructura de la mesa se asemeja a un textil aymara, cuyo centro esta constituido por la fila de comida, luego las mujeres claramente ordenadas en torno al centro, y finalmente los hombres que aparecen en una posición periférica en relación a los demás elementos. Aquí, la función simbólica, que permite a todos representar la fuerza espiritual generada por el ritual, se expresa a través de la palabra de unión que aparece aquí como el privilegio femenino. Cabe notar también que todos las ofrendas rituales (waxt'a) aymara siempre están seguidos de un comparte de comida entre todos los participantes. En este caso, la comida ha sido traída por las autoridades, y más específicamente por las t'alla quienes ayudadas por todas sus ahijadas, cuñadas, ayni, hermanas y otras familiares, han logrado preparar una abundante comida servida a toda la comunidad. La comida real reproduce el alimento espiritual creado por la preparación y la quema de la ofrenda, pero reafirma también que todos comerán ­es decir que los cultivos abundarán- mientras las relaciones de reciprocidad constituirá la base, la matriz, de la comunidad aymara.

Las actividades del mallku

La primera asamblea convocada por el nuevo mallku se denomina machaq junta ("asamblea o junta nueva"). A partir de este momento, el mallku y sus autoridades van a ser responsable del bienestar de la comunidad, interveniendo en caso de conflictos, de catástrofes naturales (heladas, sequías, etc.), de desgracias familiares, etc. En otras palabras, son garantes del respeto comunitario hacia las relaciones de reciprocidad positiva.

En ciertas ocasiones, el mallku convoca a todos los miembros de la comunidad para la realización de una obra comunitaria (construcción de un camino, techado de la escuela, etc.). En estas oportunidades, todos (incluidos los mallku) realizan las labores de manera igualitaria en una estructura en la cual todos participan a la elaboración de un ser invisible que no es sino la comunidad. Este sentimiento se refleja en la puesta en común y el comparte de las meriendas traídas por todos (apthapi, "reunión de alimentos") . Durante estas tareas comunitarias, todos comparten coca, alcohol, comida, lo que refleja el dicho siguiente: taqis mä wawakitanwa, taqiniw kunañasasa mä tunqutsa jaljasiñawa ("Todos conformamos un solo niño, todos tenemos que compartir, hasta una mazorca de maíz tenemos que compartir).

 

PILLUYASIÑA ("otorgar condecoración")

Los primeros días de enero, cuando el mallku haya depositado los símbolos de autoridad en las manos del machaq mallku ("nuevo mallku"), toda la comunidad visita a las autoridades salientes en su casa quienes reciben una serie de dones (pillu) : collares (wallqa) de panes y fruta, panes en forma de pescado suchi (locha) para el mallku y en forma de bebe (t'ant'a wawa) para la t'alla. En Jichhuwiri, los familiares suelen regalar ropa nueva a las autoridades - por ejemplo un pantalón al mallku y unas enaguas a la t'alla- pues la vestimenta representa al nuevo ser (jaqi) respetado y apreciado de todos que conforma la pareja saliente.

En Jilata, cada visitante viste a las autoridades salientes de un poncho (al mallku) y de un awayu (a la t'alla) sobre los cuales fueron amarrados cantidades de productos agrícolas (cebolla, zanahoria, ch'uñu, etc.) y billetes. Estos dones, tales condecoraciones, son entregados como expresión de reconocimiento de parte de la comunidad hacia las autoridades salientes y, más aún, como símbolos del sentimiento comunitario agrandado durante todo el año. Así, los animales de pan parecen representar la identidad del ayllu. En Pacajes, antigua marka Pakajaqi ("persona-águila") los panes representan águilas; en Jichhuwiri son pescados suchi, probablemente en razón de una antigua identificación del animal a la región atravesada hoy por el río Suchi.

Durante varios días, los ahijados y a veces los yernos compiten por hacer bailar el mallku saliente, quien, sentado sobre una mula, da vuelta en la comunidad, adornado de sus coronas de pan y frutas. El primer ahijado en hacer bailar a su padrino en la madrugada recibe un nombre especial, irpsuri ("el que saca") y se le atribuye un prestigio superior en relación a los demás ahijados. Se reconoce así que expresar su cariño hacia su padrino requiere de un esfuerzo particular (prepararse con anticipación, apurarse, madrugar) que todos saben valorar.

Toda la comunidad visita a los mallku salientes, quienes acumulan decenas de panes-pescados y otros alimentos. ¿Cuál es el destino de estos alimentos? ¿Serán consumidos por la pareja de mallku salientes? No. Al día siguiente, los munasirinaka quienes han ayudado con dedicación a la pareja durante todo el año reciben estos dones y trofeos de pan como tantos símbolos del sentimiento de amistad y de aprecio que su ayuda y dedicación logro acrecentar.

Conclusión

En este artículo, hemos querido mostrar que la comunidad es una producción, una creación, una revelación, que nace de las múltiples estructuras de reciprocidad establecidas a lo largo de la vida a nivel familiar e interfamiliar. Cada pareja, después de varios años de esfuerzo por establecer relaciones mediante el padrinazgo, el compadrazgo, el matrimonio, el aynikipasiña, y otras estructuras de reciprocidad institucionalizadas, logra ser el centro para toda la comunidad al asumir el cargo de mallkus. Entonces, se vuelve el responsable de hacer nacer el espíritu comunitario mediante la palabra de unión. Al finalizar toda la jerarquía de cargos existente en la comunidad, la pareja pasa a ser chuymani, "el que tiene chuyma" es decir que su palabra será la expresión radiante de la humanidad aymara.

   
       
         
       
         
       
         
         
A